Hermosa Locura

La desesperación se hace más grande cuando sientes un absurdo sentir de miedo, miedo a perder lo que más amas en la vida, ese aliento que te empuja a vivir percibiendo cada gota de agua que toca la piel y cada soplo de viento que acaricia todos lo vellos del cuerpo. El corazón a veces explota por tanta emoción y sólo se deja ver a través de las lágrimas, esas gotitas saladas que dicen mucho pero que poseen el lenguaje más extreño, ese lenguaje que el hombre aún no logra descifrar.
Por un momento me senti desenganchada y rota, por qué si lo doy de corazón? más tarde entendí que lo simple hace la mágia, sólo el calor de su voz logra tibiar el frío de mi alma. Perdón por esas lágrimas expulsadas... tal vez sin razón pero más tarde sólo te decían te amo y te necesito, me haces feliz y sólo intento y lucho por amarte y darte cada vez más, por encontrar esa estabilidad que nos haga quedarnos siempre.
Cómo hablar de la noche donde me hicieron el amor de la manera más pura y verdadera, las manos del hombre que amo me robaron el tiempo y me perdí en la paz que me da su alma, me hizo ver y sentir todo eso que me empeñaba en negar, él me ama y me siento amada por sus ojos, su boca, su manos, su lengua, su piel, su voz, por todo su existir. Dormir abrazados y tan juntos que no cabe ni un alfiler entre los dos ha sido increible, ha sido llorar de felicidad, llorar de pasión y llorar por este amor que no ya no mata sólo reaníma.

Desperté mil veces por el dolor de cabeza pero cada vez que lo hacía a mi lado estaba un cuerpo desnudo, la piel blanca y el cuerpo boca abajo, por momentos sus manos robaban las cobijas y se cubría del frío, las almohadas duras de ese hotel me hacían enfadar pero sus brazos me estrechaban y sostenían la cabeza, junto con todo mi cuerpo que el desnudó al llegar a esa habitación.

Lo demás no necesito contarlo, paso todo sin que pasara nada y lo mejor es que no lo soñé.