9.12.2005

EL CONDENADO


Lo dejaron atado a un palo para que los pájaros le arrancaran la carne de los huesos y sin mirar hacia atrás, se alejaron hasta perderse el horizonte.
En eso el condenado volvió en sí y tomó conciencia de la triste situación en que se encontraba.
- Qué habré hecho, se preguntó, para merecer tal suplicio.
Y buscando y rebuscando no encontró un sólo motivo. Así que se durmió..
Al otro día escuchó llegar los pájaros y revolotear sobre su cabeza.
Entonces sintió miedo y volvió a preguntarse: pero, ¨ qué habré hecho, para merecer un suplicio?
Como a mediodía, los pájaros se lanzaron al ataque y comenzaron a picar la carne del desgraciado atado al palo y sin ninguna esperanza.
Cuando ya casi desmayaba del dolor a causa de los picotazos, se acordó, se acordó muy bien de eso que había hecho, y entonces asintiendo con la cabeza, lanzó un último suspiro y cerró sus ojos para siempre.

Ernesto Langer Moreno

1 comment:

Anonymous said...

esa historia es como aquella película que siempre es de las preferidas por mí, The children of the corn (pte. 1)

saludazos